Descripción
Nuestra experiencia comienza a la caída de la noche, cuando el sol se pone, y nos permite vivir la experiencia del «Caminar Consciente», envueltos en la oscuridad de la noche, y disfrutar de aromas y sonidos, que sólo la noche puede hacer perceptibles a nuestros sentidos.
A través de un bosque frondoso de encinas, jaras y enebros, se despliega una senda nocturna, llena de misterio y encanto. La luna se alza en un cielo estrellado, derramando su luz cenicienta sobre el suelo cubierto de hojas y vegetación. Los troncos de los árboles, se tornan plateados por el manto de líquenes que les cubre, y parecen resplandecer bajo el brillo lunar, aportando un toque mágico a nuestro recorrido. Sus ramas entrelazadas forman un dosel natural que filtra la luz de la luna, y bailan por la caricia del viento, creando sombras danzantes en el suelo.
Los pájaros nocturnos, búhos, lechuzas,
mochuelos, chotacabras… han encontrado refugio en el bosque, y sus llamadas ocasionales rompen el silencio de la noche, agregando un halo de misterio a nuestra caminata bucólica. Durante todo el camino, experimentamos en nuestra propia piel esa sensación, tan emocionante y a la vez inquietante, de sentirnos permanentemente observados, que nos lleva a dejarnos arropar por la magia que encierra la vida nocturna del bosque.
Numerosos animales silvestres han dejado su huella en el camino. Las pisadas de ciervos, gamos, zorros, ginetas, meloncillos y jabalíes se entremezclan en la tierra, húmeda por el relente nocturno. A medida que nos adentramos en la espesura, descubrimos madrigueras excavadas por conejos y turones, nidos de pajarillos, ocultos entre la frondosidad de las hojas de los árboles, y cuevas escondidas entre las rocas, hogar de zorros y otros habitantes del bosque.
Durante todo el trayecto, nos encontramos al abrigo de grandes rocas, que adornan la espesura del bosque, forradas de un musgo esmeralda, que les otorga un aspecto místico y antiguo. Al tocarlas, sientes la textura suave y húmeda de la vegetación, que parece susurrarte historias de tiempos pasados.
Y es entonces, cuando nos adentramos en la enigmática vida del hombre del paleolítico y de los pueblos celtas, cuando todo alrededor nos transporta a un estado de calma y conexión con la naturaleza…
Duración
Quedamos en un punto de encuentro, sobre las 21:15 horas. Desde allí, uno de nuestros educadores conduce a las familias hasta Sendero Vivo. Dentro de la finca hay una explanada amplia donde dejar con total seguridad los coches.
Tras entrar al baño, comenzamos con los preparativos para poder ponernos en marcha.
La senda dura unas 4 horas, aproximadamente. Teniendo en cuenta que paramos a mitad de recorrido a picar algo, en una explanada habilitada con bancos tipo merendero.