Descripción de los hides de observación y fotografía

Escenario

Según vamos llegando al emplazamiento de nuestros hides fotográficos, un pequeño santuario para los habitantes del encinar, el aire, siempre impregnado de una energía vibrante, de repente se vuelve eléctrico con la anticipación.

Con pasos silenciosos y emoción contenida, nos adentramos en este refugio de sueños.

Sabemos que, cada clic de nuestra cámara, captura la esencia de la vida en movimiento, congelando instantes que nos hacen apreciar la belleza y la fragilidad de nuestro mundo, y que nos recuerdan que somos parte de algo más grande y maravilloso.

No podemos contener la emoción. Dentro de unos minutos, o tal vez de una hora, el radiante cielo del amanecer oscurecerá ante la presencia de cerca de un centenar de buitres negro y leonado. Sus alas extendidas, cortando el aire con fortaleza y determinación, añaden misterio y grandeza al paisaje.

Al festejo siempre se suma el vuelo elegante de numerosas aves rapaces, como águila imperial, águila real, águila calzada, milano negro, milano real, ratonero común o azor y el colorido aleteo de decenas de pájaros paseriformes, que rompen la solemnidad del acto, con sus alegres trinos. El reflejo del agua se cubre de hermosos y vibrantes colores. Asistimos a un maravilloso baile de rabilargos, herrerillos capuchino y común, jilgueros, abejarucos, petirrojos, pinzones común y real, picogordos, gorriones común y chillón y tantos otros… Y, cómo no, en primavera, de fondo no puede faltar ese himno que llena nuestro corazón de nostalgia de tiempos pasados, y nos transporta a un estado de contemplación y conexión con el entorno, nos invita a detenernos y escuchar con atención, sumergiéndonos en la armonía de la naturaleza. Hablamos, sin duda, de la serenidad del canto del cuco.

De repente, entre las jaras, vemos deslizarse una pareja de meloncillos. Sus movimientos rápidos y escurridizos les sitúan ente nosotros, sin apenas darnos cuenta. Su batalla contra los córvidos acaba de comenzar. No están dispuestos a salir de allí sin haber logrado parte del premio.

Y cuando todo ya parece tranquilo, cuando crees que nada más podría embriagar tus sentidos, ante el objetivo, un zorro rojo, con su pelaje cobrizo y mirada inteligente, parece observarnos. Pero rápidamente desvía su atención ante un bocado suculento. Se deleita con él durante unos minutos, parece que jugase.

Transcurren las horas, como en cualquier otro lugar transcurren los minutos, pero aquí, con el corazón lleno de gratitud y alegría, envueltos por la vida que palpita en cada rincón del bosque…

Infraestructura

Construcción de madera, perfectamente integrada en el entorno, dividida en dos habitáculos: 

  1. Habitáculo principal con 1 ventana frontal con cristal espía de 2,5×0,8m, habilitada con 4 sillas de despacho con ruedas, forradas en polipiel y regulables en altura, y un banco de madera.
  2. Habitáculo contiguo independiente, con inodoro químico interior. 

Capacidad para 3 personas de manera holgada, para 4 con menos holgura.

Charca artificial naturalizada, con decorado realizado por profesionales del mundo del cine y los documentales de naturaleza, de 2,5×6,0 m.

Dispone de suministro de placa solar. 

Disponible todo el año.

Senda ecológica